O "huevos amerengados" como los llamó Angel Muro en su libro "El practicón" escrito en el siglo XlX.
Huevos merengados |
Es el dulce que todos hemos visto de siempre en casa de los abuelos, unas nubes flotantes en las natillas.
Una delicia sencilla de hacer cuya receta se llevaron con ellos nuestros ancestros y hoy en día se ve en pocos sitios.
Los traductores de los libros franceses de cocina lo renombraron como "Huevos a la nieve" pero está claro que necesitaba un nombre mas representativo.
En el reto Cooking the chef estamos tratando este mes la gastronomía del siglo XIX con escritores tan reconocidos como Angel Muro ya que este libro es una joya muy completa que saca de muchas dudas sobre las costumbres en la cocina de antaño. Ya estamos más próximos a la cocina de nuestras casas y cada receta nos llena de recuerdos.
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Huevos merengados
Ingredientes:
- 6 huevos.
- 1 pizca de sal.
- 30 gr de azúcar glas.
- 1 cucharada de azahar.
- 2 litros de leche sin lactosa.
- La piel de medio limón, solo la parte amarilla.
- 100 gr de azúcar.
- 1 cucharadita de vainilla.
Elaboración:
Se separan las claras de las yemas.
Se baten las claras con la sal, el azahar y el azúcar hasta que estén consistentes a punto de nieve.
Se calienta la leche en un cazo con el azúcar, limón y vainilla, se reserva medio vaso donde se batirán las 4 yemas.
Se dejan escurrir y se reservan.
La leche reducida del cazo se aparta del fuego y se le añaden las 4 yemas batidas sin dejar de remover para hacer las natillas, sin parar para que no se corte.
Se presenta colocando los merengues en pirámide y vertiendo por encima las natillas aunque en cada sitio tendrán su costumbre, yo los presento como islas flotantes sobre las natillas.
Nos vemos en el próximo:
Pues si, si que son islas flotantes. Que curioso verlas aquí en la cocina de Ángel Muro. Tu los viste hacer de pequeña y a mi me los enseñó a hacer una amiga mía filipina. Como va ligado todo, si pensamos que filipinas había sido colonia española, no es de extrañar que esta receta llegase allí!!!!
ResponderEliminarBesos
El nombre de islas flotantes ya me suena más, pero nunca le había prestado atención.
EliminarLa verdad es que si, parece todo bien ligado, como para seguirle la pista... el caso es que habiendo visto hacerla y probado no tenia constancia de ella hasta ahora.
EliminarEste libro es un mar de recuerdos.
Besos.
Un buen postre para el fin de semana y seguro que delicioso. ¡Gracias por compartir!
ResponderEliminarGracias primor, es para disfrutarlo en familia, como bien dices, para el fin de semana.
EliminarBesos.
También la vi y estuve dudando antes de ver la sopa japonesa. Tienen que estar muy ricos!
ResponderEliminarun besito
Gracias guapa, la verdad es que riquísimos, hazla y me cuentas.
EliminarBesos.
Ay que rico!! Esta receta tengo ganas de hacerla... O mejor, me pasó por tu casa, que me pilla al lado jeje. Besos!!
ResponderEliminarGracias primor, cuando quieras me dices y hago para llevar.
EliminarBesos.
Yo nunca había visto esta receta, ni oírla mencionar! Gracias por descubrirla, porqué segur que está riquísima y algún día la hago.
ResponderEliminarGracias, si la haces ya verás que cosa mas rica, es de esas recetas del olvido.
EliminarBesos.
Qué receta más rica!! es increíble descubrir de dónde vienen las recetas de casa de toda la vida. No sé nada dulcera hago mucho dulce y nunca he hecho islas flotantes creo que en casa gustarían bastante, viendo el resultado lo mismo hasta me animo. Me ha encantado
ResponderEliminarGracias guapa, pues ya verás que cosa mas curiosa y rica, en texturas y sabor es de 10.
EliminarBesos.
El poder recuperar recetas es maravilloso, como lo son también estas natillas.
ResponderEliminarBss
Elena
Gracias Elena, la verdad es que si y estas natillas hechas de este modo tan antiguo sin mas ingredientes resulta genial.
EliminarBesos.
Que buenos estos huevos amerengados, que si conocía como Islas flotantes. Una receta estupenda que tiene mucha tradición en algunas familias. Besitos.
ResponderEliminarGracias compi, sí que tienen tradición pero no es muy común verlos, quizá porque si aplicamos las costumbres antiguas el gasto de huevos tenia momentos al año en que se acumulaban y tenían que hacer de todo para gastarlos por falta de frigorífico. Es como todo, la tradición de comer la olla de San Antón en su fecha del santoral y se llamó así ya que venía genial con la matanza del cerdo en meses de crudo invierno, de ahí que esa olla llevara tanta pringada de cerdo... en fin, todo tiene su porqué...
EliminarBesos.
Elvira, yo creo que además del nombre francés que les has dado este es el famoso y exquisito postre de "les illes flotants" o las ilas flotantes. Madre mia, como me gustan estos descubrimientos.
ResponderEliminarGenial tu aportación! mil gracias!
Muchas gracias, si, son esas islas flotantes de antaño pero parece que este fue su origen... para seguirle la pista está complicado.
EliminarBesos.