Huevos rellenos de anchoas

 

Esta forma de comer los huevos es deliciosa.





El sabor del huevo no queda disfrazado aun siendo las anchoas de tanto sabor y se saborea bien el huevo con un tinte de salazón muy agradable al paladar.
Este mes tocaba tratar con el libro de Simone Ortega en Cooking the chef, entrad AQUÍ para ver más recetas de ella por mis compañeros.
Y es que todas las recetas del libro 1080 recetas de cocina de Simone Ortega son las recetas de nuestra vida, la de nuestros padres y las que hemos comido y cocinado en casa de siempre.
Con Simone Ortega empieza el "Bienestar", tras una postguerra dejábamos atrás las penurias y en las casas, gracias también a las abuelas, se empieza a comer mejor. Aún no había empezado a hablar de alimentos saludables; las comidas sencillas y los guisos alcanzaron su cima y las cadenas de comida rápida empezaron a asomar la patita. 
Triunfaron los aperitivos, primero con bolitas de cosas y luego ya más en los 60 huevos de todas la maneras y minipizzas. Las sopas en los años 50 y 60 llevaban todas cremas y eran de guisantes, mariscos y cremas de tomate. Las ensaladas llenas de cosas se inventaron en los 60. Las lasagnas, pasteles de carne, guisos diversos triunfaron y en los 60 entraron con fuerza los souflés y la ternera Wellington. Las verduras se sirven con mantequilla, cremas o crema agria. Las gelatinas se convirtieron en un must y todo se “arquitectonizaba” con castillos y formas de gelatinas de ensaladas, pollo o cualquier alimento que se prestara. Los sándwiches hicieron su entrada en las fiestas, con sus capas de mayonesa (que servía para todo) y con muchos pisos y en las infantiles triunfaban los bollos suizos con mantequilla y embutidos. En los postres primaban los colores y las combinaciones geométricas, los cortes de helado, y no olvidemos el socorrido melocotón en almíbar y … el pijama!!!! Gran icono de los postres. Los melocotones se hicieron tan populares que Miguel Mihura escribió una obra de teatro titulada “Melocotón en Almíbar”. El queso con membrillo se erigió como una gran exquisitez en los 60...
Todos estos cambios y mas influyeron tanto en los escritores de recetas de cocina que no había límite después de haber vivido tantas penurias y la alegría se veía representada en cada plato.
Aún así se vivió de manera muy diferente en cada lugar de España, había mas salidas al campo, playa... mas menús de excursión y el boom de la fiambrera y la nevera de playa... para todo surgieron nuevas recetas donde no podía faltar la tortilla española y las croquetas, esos eran días festivos y de celebración, cualquier salida daba sensación de libertad y abundancia.

SIMONE ORTEGA
Simone Ortega se llamaba en realidad Simone Klein Ansaldy y nació en Barcelona el 29 de Mayo de 1919 y murió en Julio de 2008. Su padre era un empresario de origen francés que tenía una fábrica de caucho en Badalona. Estudió en el Liceo donde se cultivó con la música que sería su gran afición. La empresa paterna se trasladó a Segovia y ella y su madre se quedaron en Madrid para que ella pudiera seguir estudiando en el Liceo Francés.
La Guerra Civil le impidió estudiar una carrera, pero desde su juventud leyó mucho. La guerra la encontró en Francia y de allí a Donostia. Fue enfermera en San Sebastián antes de dedicarse a la puericultura en una clínica.
Se casó en un primer matrimonio con Fernando Gálvez-Cañero, pero enviudó 3 años después. En casa de los Garrigues conoció al que sería su segundo marido, el joven Ortega.
Se casaron en 1949 y se instalaron en Madrid de dónde ya no se movió. Al casarse pasó a firmar con el nombre de Simone Ortega. Su suegro estaba tan “enamorado” de ella que siempre que hacía cenas con lo más granado de la intelectualidad, recordemos que era José Ortega y Gasset le encargaba a ella la preparación y la asistencia a las cenas.
También las hacían en su casa con su marido y en una de esas cenas se fraguó la creación de El País. También más tarde la creación de una línea editorial más económica al alcance de todos, Alianza Editorial. “----Tras años de trabajo en la cocina, con la colaboración de las cocineras de la casa, nació un volumen abotargado de 700 páginas con la habitual portada de Daniel Gil, una de las señas de identidad de la editorial Alianza, y dibujos del tamaño de cada cucharada cortesía de una amiga de la familia que muestran el obsesivo nivel de detalle con el que Simone concibió su trabajo.
El objetivo, poder darle a alguien el libro y que fuese capaz de cocinar un plato sin saber nada de cocina. Un libro que Simone, francesa y moderna en muchos sentidos, nunca pensó exclusivamente para amas de casa. Ella misma aclara en la introducción que se trata de recetas concebidas para mujeres (y muchas veces hombres). Mi madre tenía claro, quizá porque era francesa, que los hombres debían aprender a cocinar, recuerda Inés.
A mis hermanos, aunque había gente en casa que podía hacerlo, los enseñó a coserse un botón, el bajo de un pantalón, a limpiar y a hacer la cocina. Otra cosa es que en mi casa siguiese pensándose eso tan antiguo de que los hombres no tenían que hacer mucho. Algo que vivió en sus carnes.
Mientras Inés iba con Simone a misa, su padre, que había heredado el ateísmo de Ortega, se llevaba a sus hijos de cañas.”… (Héctor G. Barnés, 12/10/2019, El País)
En 1987 Simone recibió el Premio Especial de Gastronomía. Enseñaba en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Madrid y escribía sus libros de cocina. También hizo programas de radio. En su última etapa su hija Inés Ortega Klein colaboró con ella en sus libros. Tenía una personalidad muy especial y se decía que era muy estricta. Gracias a ella, su libro fue el más vendido en la España democrática después de la Biblia y el Quijote. Se decía que el éxito del libro de 1080 recetas de Cocina, era que si uno seguía los pasos al 100% las recetas salían.
Era un libro que se regalaba a las novias y a la gente que se independizaba. Hermanó la cocina francesa y la española y se puso del lado de Ferrán Adrián cuando todos le atacaban.

Huevos rellenos de anchoas

Ingredientes:

  • 9 huevos duros.
  • 6 anchoas en aceite.
  • 60 gr de mantequilla.
  • 1 cucharadita de perejil picado.
  • Unas gotas de zumo de limón.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva.
  • 2 cucharadas de harina sin gluten.
  • ½ litro de leche sin lactosa.
  • 50 gr de queso rallado parmesano.
  • Sal. 

Elaboración:

Se cuecen los huevos como se tenga costumbre y se enfrían para cortar la cocción y que sea más fácil de pelar en agua helada.
Se cortan por la mitad y se colocan en una fuente de horno bien extendidos y sin la yema.


Las yemas se mezclan con las anchoas bien escurridas de su aceite y picadas, el perejil y 20 gr de mantequilla; se agrega unas gotas de zumo de limón, y con ella se rellenan los huevos colocados en la fuente de horno. 




Se hace la bechamel con 20 gr de mantequilla y el aceite que se ponen a calentar en una cacerola. 


Se añaden las 2 cucharadas soperas de harina y con unas varillas se mueve, añadiendo poco a poco la leche fría y la sal. 


Se deja cocer unos minutos hasta que empiece a espesar y se vierte sobre los huevos. 



Se espolvorea con el queso rallado y se pone el resto de la mantequilla en trocitos sobre el queso rallado. 


Se mete en el horno para gratinar hasta que la bechamel esté dorada. 
Se sirve enseguida.





Nos vemos en el próximo:

9 comentarios:

  1. Ay, qué recuerdos... Estos los hacía mi madre cuando íbamos a la piscina o al campo junto con la tortilla, los pimientos y los filetes empanados... Te quieres creer que nunca la he hecho. Gracias por recordarmela. Un beso

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    1. Gracias primor, estoy segura de que pronto los haces, con lo que tu eres para la cocina... y seguro que te salen de lujo, como siempre.
      Besos.

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  2. ¡¡Que huevos mas ricos!! Me gustan mucho y deben ser muy sabrosos. Besitos.

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  3. menuda pinta tiene tu bechamel, esta receta va a encantar en casa, me la llevo con tu permiso!!
    besitos

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  4. Elvira, no me puede gustar más esta receta. Me vuelven loca las anchoas...

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  5. Para mi sin anchoas, pero igualmente deliciosos.
    Bss

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  6. Este relleno tiene que estar divino.
    No tardaré en hacerlos.
    Excelente aportación al reto
    Ptnts
    Glòria

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  7. Que buenos!!! Mi madre los hacía con atún y es uno de mis primeros experimentos en la cocina!! Con anchoa tienen que estar deliciosos. Besos

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  8. Tendré que probar esta receta porque seguro que en casa les gustará. ¡Buena elección! ¡Y qué pintaza!

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