Suelo ser muy organizada en la cocina, sobre todo con alimentos de mucho cocinado para que estén en su punto como es la cebolla.
Os voy a contar un truco (o manía, como queráis) que facilita enormemente que no estemos todo el día en la cocina y tener siempre a mano la cebolla frita.
Mi "manía" es tener siempre cebolla frita para cualquier cena o guiso, esto resta a la mitad el tiempo de cocinado. Por ejemplo si quiero hacer unas croquetas solo tengo que coger una terrina o porción reservada a ello que suelo guardar congelada.
El otro día me hizo falta para una quiche, con una terrina tengo bastante, solo tuve que ponerla en la sartén y añadir el bacon cortado a tiras y tenia gran parte del trabajo hecho.
Para hacer cebolla caramelizada no es necesario añadir azúcar pero los que precisen de mas sabor agradecerán enormemente que se le agregue una cucharadita de vinagre de módena y otra de miel, sale deliciosa pero en lo que quiero hacer hincapié es en el proceso porque cuando hago cebolla frita en la olla programable, no suelo hacer una par de cebollas sino al menos 2 kilos, que ya puestos vamos a tardar lo mismo y de ahí sacamos para los demás guisos.
Ingredientes:
2 kilos de cebolla,
aceite de oliva virgen extra,
sal,
vinagre de módena,
miel.
Elaboración:
Se pone en la olla aceite y se activa el programa para sofreír. Mi olla es Erika y es el programa de asado que se realiza sin tapa. En ollas a presión se hace igual sin cerrar la olla.
Se añade la cebolla en juliana y la sal para que vaya sudando, se va moviendo constantemente para que se haga por igual y suelte todo el agua.
Este proceso se hace en unos 10 minutos como mucho, cuando se vea la cebolla algo pochada se cierra la olla y se pone en el programa de verduras unos 3 minutos a presión 2. En ollas normales a presión se pondrá según el fabricante el tiempo recomendado para verduras como para hacer un pisto con la olla cerrada y la presión que recomiende.
En cuanto pasen estos minutos se despresuriza como se tenga costumbre y se abre la olla con cuidado de no quemarnos, aunque hayamos sacado todo el vapor de la presión aun así queda lo bastante como para quemarnos.
Se vuelve a poner el programa de sofreír para darle el punto dorado que mas nos guste y sin dejar de remover, esto se hace muy rápido así que en unos minutos se tendrá el punto deseado de cebolla frita.
En mi caso saco la cebolla y la guardo en pequeños tuppers o en terrinas como las del yogur y en cuanto enfríen las tapo y las congelo.
Con la porción que queremos dejar caramelizada solo hay que añadir una cucharadita de vinagre de módena y otra de miel y darle unas cuantas vueltas en el programa de sofreír. Así estará listo para acompañar cualquier queso, paté o lo que mas guste en cuanto esté frío.
Empezamos la nueva temporada de Desafío en la cocina y la propuesta de este mes viene genial porque teníamos que hacer alguna conserva. Sin lugar a duda estamos en la mejor época para hacer conservas, se termina el fruto del verano, empezamos con el de otoño y en cuanto refresque mas se acaba, hay que tener una buena despensa y lo ideal es esto, hacer conservas.
Como el desafío para septiembre tenia que ser dulce la conserva así debe ser, dulce y como las mermeladas en casa ya empiezan a cansar y no hay manera de terminarlas me he decidido por esta sabrosa compota de manzana que va con todo, desde un relleno como acompañando cualquier bizcocho... o incluso atreviéndonos un poco, he descubierto lo bien que está con una carne asada como guarnición.
Fijaos que rápida y fácil de hacer, luego, una vez fría se conserva genial en el frigorífico por mucho tiempo (aunque no he tenido el placer de probar cuanto porque no duró nada en la nevera).
No dejéis de ver las recetas de los compañeros de desafío entrando AQUÍ.
Ingredientes por persona:
1 manzanas,
100 ml de agua,
50 gr de azúcar,
un trozo de ramita de canela.
Elaboración:
Se pone a hacer el almíbar ligero con el agua, el azúcar y la canela.
Se lavan, pelan y pican las manzanas sin el corazón y se añaden al almíbar.
Se dejan cocer hasta que estén blandas, suele tardar una media hora mas o menos a fuego suave.
Se retira la canela y se bate si se desea en puré yo lo dejé tal como sale con sus tropezones porque se deshacen en la boca. Se puede añadir algo mas de canela molida al servir.
Cuando Marisa del blog Thermofan propuso el reto "Congelar el verano" pensé que ojala se me hubiera ocurrido antes hacer fotos de las cosas que congelo durante el verano pero una vez que lees toda su entrada, incluyendo los tutoriales comprendes lo mal que lo he ido haciendo y es que para cada fruta o verdura hay que seguir un proceso que explica la mar de bien en sus tutoriales, no os los perdáis entrando AQUÍ.
Para la congelación de cítricos hay que seguir menos técnica pero lo que si hay que tener en cuenta es separar cada parte y congelar por separado, así la piel la puedes congelar rallada o en corteza procurando no coger la parte blanca que amarga bastante, el jugo es ideal en cubitos o porciones exactas para tener la dosis que se vaya a emplear o también se puede congelar en gajos limpios que es quizá la mejor forma, aunque también se puede hacer en rodajas, todo dependerá del uso que se le quiera dar después.
En todo caso os enseño como lo he hecho yo:
El zumo de limón lo hice cubitos, cuando esté congelado se puede pasar los cubitos a una bolsa o embase de plástico tapado y seguir congelando en la cubitera. Cuando quiera hacer algún bizcocho de limón, por ejemplo, solo necesito un cubito que es la dosis exacta.
La piel la rallé y pase a una bolsa, es ideal para el dulce, decorar... solo habrá que coger una pizca.
Si decides congelar rodajas la textura variará pero viene bien si se van a confitar o usar para la superficie de un dulce horneado.
Aprovechando los apuntes de antaño donde explicaban como hacer la mermelada en casa quiero contaros algunos de los trucos, aunque esta receta la subo para el Juego de blogueros, la trasmito tal como la tengo en mis apuntes.
Era típico ver las cestas de mimbre repletas de melocotones por estas fechas, dependiendo del tipo de melocotón que se cosechara, porque luego vienen otros muy sabrosos, de los que te cae el jugo por la mano cuando los estas picando para la sangría... riquisimos.
Lógicamente ¿que se podía hacer con tanto melocotón? nada mas entrar en casa se olia a melocotón porque meter en el frigorífico algunos, entraban, pero todos no es muy posible y eso hay que consumirlos rápido que ya has repartido entre todo el vecindario bastantes.
Cuando ya has hecho otros postres con melocotón hay que recurrir a las mermeladas con los que aun quedan por gastar y sabiendo que es algo tan fácil de hacer, que no tiene ninguna complicación y que esta tan buena. En cuanto a economía es una gran ventaja.
Lo que hay que tener muy en cuenta de los 3 ingredientes que componen la mermelada es que el azúcar es un conservante y como tal te permite tener la mermelada en muy buenas condiciones bastante tiempo. A parte hay que tener en cuenta el sabor, no hay comparación entre la mermelada casera y la elaborada en fábrica a la que, por norma, se le añaden tantos aditivos químicos. No entraré en detalles de salud, que eso alarga mucho la entrada.
Sinceramente una mermelada casera es tan fácil de hacer que no debería estar permitido cobrar lo que cobran por las que venden y encima cargadas de química.
Hay que tener muy en cuenta que la mejor fruta para hacer una buena mermelada llena de sabor es la mas madura, pero ojo, que no esté pasada. La fruta ha de estar perfecta, no sea que por aprovechar se eche cualquier fruta pasada a la olla... noooo, sabría fatal, se nota mucho en el sabor cuando una fruta está muy pasada o por error ha caído un trozo picado, puede estropearse todo el proceso, la conservación y saber rancio. la fruta ideal es la que en su grado de madurez está preciosa a la vista.
Otro ingrediente es el azúcar, quizá el ingrediente mas importante ya que va a ayudar a la conservacion, es un conservante natural con la particularidad de que tiende a cristalizar, pero para evitar esto solo hay que dejarlo que sude la fruta antes de cocerla, eso es muy importante porque hace que salga todo el jugo de la fruta que formará el almíbar y ayudará a cocerla en su propio jugo evitando la cristalización.
En todas las mermeladas añado zumo de limón pero cuando se trata de melocotones es mas que necesario ya que contiene muchas pectinas que es el coagulante natural que necesita cuando la fruta ha sido pelada. Normalmente en la piel de la fruta está esa pectina, o al menos, en su mayor cantidad y al desprendernos de ella necesita de un espesante natural. Este es el trabajo del zumo de limón, contiene pectinas en cada componente de su fruto, huesos, piel, pulpa y zumo y ayuda a que, por su acidez, salga las pectinas que aun quedaban en el melocotón.
Ingredientes:
1 kg de melocotones,
500 gr de azúcar,
1 limón.
Elaboración:
Se pela la fruta y trocea, se pone en la olla donde se vaya a hacer la mermelada.
El peso de la fruta así limpia es la referencia para saber la cantidad de azúcar, a cada kilo de fruta le corresponde 500 gr de azúcar. Se añade a la olla el azúcar.
Se añade el zumo del limón sin importar si cae pulpa, nos va a venir genial que contenga también pulpa ya que es la parte con mas pectinas.
Se deja en reposo al menos 2 horas, yo la dejé 3 y mirad todo el jugo que soltó.
Se pone a hervir a fuego fuerte tal como está sin dejar de mover, tened en cuenta que aun hay cristales de azúcar que están en el fondo y si se queman estropeará el sabor de toda la mermelada.
Se desespuma de impurezas que pueda tener cualquiera de los ingredientes.
Se baja la temperatura a fuego suave moviéndolo de vez en cuando. Posiblemente esté terminado en 1 hora. Se pueden hacer pruebas para saber el espesor pero tratándose de mermelada no es necesario, aunque parezca muy liquida, después de batida tendrá la consistencia ideal y mas si se enfría en nevera, es preferible que parezca liquida, así que no aconsejo cocerla mas de 1 hora. En el acaso de que saliera muy espesa siempre se puede arreglar, tan solo habría que añadir un poco de agua hirviendo, pero mejor que no haya que recurrir a esto porque rebaja el sabor.
Si quereis ver las demas recetas de mis compañeros de Juegos de bloguero entrad en sus respectivos blogs:
Esta receta me la pasó una amiga que parece que la vio en Internet y una vez elaborada la busqué para poner la procedencia y creo que es la de "Cocina Sana y Fácil" de Ruqui, un blog genial, no podía ser otro.
Todo fue porque me regalaron una caja de ciruelas Claudias y temía estropearlas, menuda pinta que tenían y no se me ocurría nada mas que hacer mermelada, aun teniendo el tarro entero de la vez anterior así que quería usarlas en otra receta y la verdad es que como mas las consumo en como ciruelas pasas para el pollo con pasas y orejones. No lo pensé mas cuando me dijo una amiga que ella vio en Internet que se hacia de este modo con periódicos y fijaos que fácil de hacer además de útil para aprovechar las ciruelas que ya no vas a gastar. Para otra ocasión cogeré las primeras que me regalen que son las mas perfectas.
Ciruelas que no tengan desperfectos ni estén rotas,
Hojas de papel de periódico,
Papel de cocina,
Cordel del que se usa en cocina para atar rellenos.
Elaboración:
Se limpian bien las ciruelas, lavándolas y secándolas muy bien.
Se extiende una hoja de periódico y sobre esta papel de cocina para no poner la ciruelas en contacto directo con la tinta del periódico.
Se distribuyen de forma ordenada las ciruelas limpias y perfectas.
Se enrolla el papel formando un rulo con las ciruelas dentro.
Se ata este rulo empezando en el extremo y separando cada ciruela para que no estén en contacto y formando así como si fueran morcillas.
Se cuelga en un lugar seco y nos olvidamos de ello durante unos 2 meses mas o menos. Y asi resultan, listas para comer.
Esta receta como veis no ha sido nada laboriosa aunque si requiere paciencia y no abrir los paquetes antes de que estén en su punto. Casi no sabia si me daria tiempo a presentarla para este reto de Color y sabor de temporada, hasta el próximo reto:
Me llamo Elvira y éstas que ves, son las recetas que voy atesorando con el paso del tiempo.
Tengo la suerte de disfrutar cocinando, de este blog que adoro y ¡cómo no! de disfrutar de lo cocinado en buena compañía. Como decía mi padre "Tú no comes para vivir, vives para comer"