Huevos benedictinos

 

Esta es una receta sencilla y deliciosa, un poco de capricho por los sabores tan ricos.





Lo mejor de este plato es lo sabroso que resulta aun siendo sin gluten y sin lactosa.
Si no tienen necesidad de privarse del gluten o de la lactosa se puede hacer con los ingredientes normales, no cambia para nada el sabor y se disfruta igual.
Es sencillamente, para chuparse los dedos, el agradable sabor del bacon mejora la receta al 100%.
La historia de estos huevos benedictinos se remonta a 1892 cuando un tal Lemuel Benedict, pidió un desayuno de huevos, tostadas, salsa holandesa y bacon en el Hotel Waldorf (actual Waldorf-Astoria) de Nueva York, en Estados Unidos.

El maître del hotel, Oscar Tschirky, apreció lo solicitado por Benedict y los siguió haciendo creando los huevos benedictinos.

En 1978, ante la gran fama de la receta, se originó una disputa sobre el origen de la receta, generada por Jack Benedict, primo abuelo de Lemuel. Existen dos versiones, la de Oscar, el maître, con panecillos y la de Lemuel con tostadas.

Al igual ocurre con la salsa holandesa atribuida a Auguste Escoffier, cuando su origen es más antiguo, se encuentra rastro de ella desde el reinado de Luis XIV en el siglo XVII.

Sea como fuere, esta es una receta simbólica que no ha dejado de crear disputas, pero aún así hay que decir que la adoptaron los ingleses con gran entusiasmo y simboliza el típico brunch o desayuno tardío.

La receta lleva bacon, hoy es el dia internacional del tocino y con ella he querido rendir homenaje en el reto #TocinoInternationalDay
Para ver las maravillosas y variadas recetas con este ingrediente solo teneis que entrar AQUÍ.

Huevos benedictinos

Ingredientes:

  • 3 huevos M.
  • 125 gr de mantequilla sin lactosa.
  • Sal y pimienta negra molida recién molida.
  • 1 cda. zumo limón.
  • 2 panecillos sin gluten.
  • 4 lonchas de bacon.
  • 1 litro de agua.
  • 1 cucharada de vinagre.

Elaboración:

Para la salsa holandesa:

Se pone en un cazo la mantequilla al fuego y se funde sin remover.


Se forma en la superficie una capa de espuma que hay que eliminar y en el fondo queda el suero que tampoco se aprovecha en esta ocasión.


Se pone en el vaso de la batidora un huevo con una cucharadita de zumo de limón, sal y pimienta.
Se emulsiona como para hacer mayonesa, sin mover la batidora en el fondo se empieza a batir y se incorpora la mantequilla fundida y templada.


Se reserva.

Para los Huevos Benedictinos:

En una sartén se pone el bacon a la plancha, no necesita aceite.


Cuando empieza a dorar se apartan y se pone en esa grasa el pan a tostar, solo un poco.


En una cacerola con la mitad de agua se agrega una cucharada de vinagre y se calienta hasta casi ebullir pero sin llegar a ello, lo ideal es que marque unos 80⁰C.
Se remueve en círculos para que el agua gire y se vierte un huevo para hacer los huevos escalfados.
Se deja hacer unos 3 o 4 minutos o hasta que notemos que la clara ha cuajado pero no la yema.


Se montan las tostadas con el bacon encima y sobre ellas el huevo.


Se cubre con salsa holandesa y si se desea se puede añadir cebollino, pimentón o dejarlo tal cual, que la receta original es así.




Nos vemos en el próximo:



3 comentarios:

  1. Compi, curiosa historia y que buena pinta tienen estos huevo por Dios!!! Felicidades. y besos.

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  2. Este es uno de mis desayunos favoritos de la historia, aunque también es verdad, sin desmerecer a nuestro querido tocino, que me gustan mucho más cuando están hechos con salmón ahumado... MMMMMMM
    Muchísimas gracias por animarte desde el primer momento con el reto, es maravilloso poder contar siempre contigo, un besazo enorme.

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  3. La verdad Elvira es que me apuntaría a ese deayuno con los ojos cerrados. Bss

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