• Calabacín cortado finamente.
• Queso parmesano rallado.
• Especias al gusto.

• Jamón cocido.
• Queso sin lactosa.

1. Se engrasa la bandeja de hornear mientras se precalienta el horno a 200ºC.
2. Se corta el calabacín a ser posible con mandolina para que las rodajas sean finas y uniformes.
3. En la bandeja engrasada se reparten las lonchas formando un rectángulo, al ser tan finas se pueden montar unas sobre otras para que no queden huecos.
4. El queso parmesano se esparce cubriendo toda la superficie del calabacín.
5. Entonces se especia al gusto, le puse pimienta molida, especias italianas, las que uso para la pizza pero se puede agregar lo que mas guste.
6. Se hornea hasta que empiece a dorarse la superficie.
7. Una vez dorada se saca y se deja templar un poco para que endurezca la costra de queso.
   
   
   
8. Se dobla por la mitad rellenandolo de lo que más guste.
   
   
   
   
   
   

• 2 huevos.
• 1 cucharada de mayonesa.
• Especias al gusto.

1. En un plato se baten los huevos con la mayonesa hasta que esté más o menos homogéneo.
2. Se vierten en una sartén con un poco de aceite caliente.
   
   
   
3. Esta tortilla se trabaja como para cualquier tortilla liada, en cuanto esté cuajada y el centro jugoso se puede servir.
   
   
   
   
   
   

• 2 tomates bien rojos.
• 1 cebolleta.
• El zumo de una lima.
• Sal.
• Un manojo de cilantro. 
• 150 gr de nachos de maiz sin gluten para acompañar.

1. En un bol se ponen los tomates picados a cuadritos sin las semillas ni gelatina.
2. Se agrega la cebolleta también picada igual, a cuadritos no muy grandes.
3. Enseguida se añade el cilantro picado, solo las hojas, la sal y el zumo de lima y se mezcla muy bien.
   
   
   
4. Se puede agregar algún picante como el chile si gusta más picante.
   
   
   
   
   
   

• 100 gr de mantequilla sin lactosa.
• 150 gr de harina de arroz glutinoso.
• 75 gr de eritritol.
• 1 huevo mediano. 
• Una cucharadita de vainilla (opcional).

• 200 gr de Chocolate negro sin azúcar ni lácteos.
• Chocolate blanco sin azúcar.
• Colorante naranja para chocolate.

1. Usé la bolsa de amasado para mezclar la mantequilla a temperatura ambiente con el eritritol y la harina porque el calor natural de las manos es suficiente para fundir la mantequilla y mezclarla bien con los ingredientes secos.
2. Se pasa esta mezcla a la amasadora y se agrega el huevo, se mezcla bien hasta que esté homogénea.
3. Se pone en la encimera, no necesita mas harina, no es una masa pegajosa y se extiende muy bien.
4. Esta masa se extiende del grosor que se desee pero de forma muy uniforme.
5. Con un cortador de galletas rectangular se cortan las galletas y se pasan a una bandeja forrada con papel de hornear.
6. Tal como están se meten en el congelador mientras se preparan las chocolatinas.
7. Luego se hornean a 180ºC con el horno precalentado durante unos 15 minutos o hasta que empiecen a dorarse.
   
   
   
8. Cuando estén cocidas se dejan fuera del horno sobre su bandeja hasta que enfríen y una vez templadas se terminan de enfriar sobre la rejilla. Lo ideal es que no estén blandas antes de manipularlas.

1. Se funde un poco de chocolate blanco al baño maría y se rellenan los huecos de las chocolatinas que se necesite destacar, son algo de colorante naranja se termina de colorear ese chocolate y se rellenan las calabazas en este caso.
2. Se dejan cuajar en la nevera.
3. Se funde igualmente el chocolate negro, si se quiere con sabor dulce es el momento de agregarle algún edulcorante.
4. Se terminan de rellenar las chocolatinas con este chocolate y se deja en la nevera para que cuaje bien.
   
   
   

Para montar las galletas:

1. Se añade un poco de chocolate fundido en cada galleta para que se adhiera la chocolatina correspondiente.
   
   
   

• Papel de arroz.
• 2 huevos.
• 5 gr de salsa de pescado.
• 5 gr de salsa de soja.
• 5 gr de aceite de sésamo.
• 1 chile rojo fresco (opcional).

• 20 gr de aceite de oliva.
• 1 diente de ajo.
• 250 gr de pechuga de pollo.
• 100 gr de cebolleta recta.
• 1 gr de stevia.
• 100 gr de tomates cherry.
• 50 gr de brotes germinados de puerro frescos.
• 6 a 8 ramitas de cilantro fresco.
• 20 gr de salsa de chile dulce.
• 5 gr de zumo de lima.
• Queso en tranchetes sin lactosa.

1. En el vaso se pone el aceite y el ajo y se sofríe 2 min 30 seg/120°C/vel 1.
2. Se añade el pollo y la cebolleta y se inicia Alta Temperatura 川.
3. A continuación se agrega la stevia, los tomates cherry y los brotes de soja y se programa 2 min/100°C/↻/vel 1. 
4. Se añade el cilantro, la salsa de chile y el zumo de lima, se mezcla con la espátula, se reserva en un bol caliente. 
   
   
   
5. Entonces se lava el vaso y se seca bien.
6. Se pone en el vaso los huevos, el aceite de sésamo, la salsa de pescado y la salsa de soja y se bate 10 seg/vel 5.
7. Esta salsa se pasa a una fuente ancha y se van mojando las hojas de papel de arroz hasta que empapen bien.
8. Se colocan las hojas mojadas sobre un plato alargado alineándose para formar una cadena de papel de arroz superpuestas unas con otras.
9. Se pone el relleno en un lateral a lo largo de todas las hojas con el queso encima y se enrollan formando un rulo alargado, este rulo se enrolla en espiral formando un caracol.
   
   
   
10. Estas caracolas o ensaimadas se ponen en la freidora de aire y se fríen a 200ºC durante unos 15 minutos dándoles la vuelta a media cocción.
    
    
    
    
    
    

Para el aliño:

• 70 g de vinagre de arroz.
• 1 cucharada de azúcar.
• 1 cucharada de sal.

Para el arroz:

• 400 gr de arroz para sushi.
• 1300 gr de agua.

• 150 gr de atún en aceite.
• 4 gambones.
• 4 varitas de surimi.
• 1 cucharada de mayonesa.
• 1 cucharada de salsa de chile dulce.
• 2 hojas de alga nori.
• 1 granito de wasabi sin gluten.
• Salsa de soja sin gluten para servir (opcional).

Elaboración del aliño:

Elaboración del arroz o shari:

1. Si se dispone de molde es más fácil, si no se tiene habrá que hacerlo a mano dándole forma a una porción incluyendo en el centro un poco de relleno y cubriendo con otro poco de arroz.
2. La forma del onigiri es triangular imitando una montaña, habrá que hacerlo a mano si no hay molde que ya se ha comentado.
3. Con el molde basta con apretar bastante para que coja la forma.
4. Se cubre la base del onigiri con un trozo de alga nori.
5. Si se prefiere se puede servir acompañado de salsa de soja sin gluten.
   
   
   
   
   
   

Este humilde grano es barato, accesible, se conserva bien, y además combina con casi cualquier sabor, siendo así, uno de los alimentos más versátiles del planeta. Gracias a esto, en el 2004 se celebró su año Internacional y se proclamó el 31 de Octubre como su día internacional anual para valorar su presencia en nuestras mesas y simbolizar lo importante que es este ingrediente en la lucha contra el hambre y la desnutrición.

El arroz es uno de los cereales más antiguos del mundo, con una historia agrícola que supera los 10.000 años de antigüedad. Se originó en Asia, en zonas entre la China actual e India. Estos países no sólo son los mayores productores (China aporta cerca del 28 % del arroz mundial y más de 144 millones de toneladas y la India, cerca del 26 % y es también el mayor exportador) sino también sus mayores consumidores junto con otros cuantos países asiáticos y Brasil. Pero este cereal ha viajado y se ha adaptado a climas muy distintos a través de milenios, lo que explica que hoy se cultive en más de 100 países y sea el sustento principal para casi la mitad de la población mundial.

De este modo podemos dividir los diferentes tipos de arroz según su grano en corto, como el arroz Arborio o japonés, perfectos para sushi, arroces cremosos o risottos, postres, dim sum y bebidas; En mediano como el tipo bomba, Carnaroli o Calrose que son comunes para paellas, arroces caldosos o arroz con leche; Y en grano largo, como el arroz basmati, el jazmín, el negro o salvaje y el rojo ideales como guarnición, en ensaladas, para pilafs, platos de estilo asiáticos y currys.

Con tanta variedad, los usos del arroz son prácticamente infinitos, pero sus recetas más famosas y representativas a lo largo del mundo son: La paella valenciana y todas sus variantes, el risotto alla milanese, de setas, de marisco… El sushi ya sea en forma de nigiri, maki o temaki, el arroz frito chino, el plato indio por excelencia: El biryani; El arroz con pollo latinoamericano, la feijoada con arroz brasileña, el jambalaya o la paella criolla y en postres sin duda, está el arroz con leche… Sin olvidarnos del sake como bebida.

• 175 gr de harina de arroz glutinoso.
• 300 gr de agua.
• ¼ de cucharita de sal.
• 1 cucharita de aceite.

1. En un cazo se pone el agua, la sal y el aceite y se remueve bien mientras se lleva a hervir.
2. Una vez esté hirviendo se reduce el fuego y se agrega de golpe toda la harina arroz.
3. Se revuelve hasta que la harina absorba toda el agua, va a resultar una textura grumosa. Pero eso hace parte del proceso.
4. Entonces se tapa la sartén y se deja cocinar por 2 minutos. Debe quedar totalmente cocinada para obtener una masa elástica y trabajarla en caliente.
5. Se vierte la masa a un bol grande. Está muy caliente así que de primeras se trabaja con una espátula hasta que no queden grumos.
6. Cuando la superficie de la masa se vea lisa se amasa en la encimera para hacer porciones.  La masa será algo pegajosa así que es mejor humedecer manos y herramientas de corte.
7. Se forma un cilindro bien parejo y se corta con cuchillo humedecido por la mitad.
8. Esta porción se puede dividir en varios trozos dependiendo del tamaño que se quiera para los rotis.
9. Cuando se termine de dividir la masa, se forman bolas con cada trocito y se cubren con un paño húmedo para evitar que se resequen en la superficie.
10. Se añade harina de arroz para enharinar la superficie al igual que el rodillo para trabajarlo mejor.
11. Para estirar mejor cada porción se pone entre 2 plásticos formando discos finitos.
12. Para cocinar se precalienta una plancha y se agrega un poquito de aceite a elección.
13. Enseguida se ponen en la plancha o sartén bien caliente dándole la vuelta enseguida antes de que se agriete la cara superior, hay que dejar que se inflen entre vuelta y vuelta.
    
    
    
14. Se sigue cocinando hasta que se terminen y se evita dorarlas porque pierden flexibilidad.