Este postre tan típico de Granada surgió de la necesidad de reciclar el dulce navideño al terminar las fiestas y se consiguió una auténtica delicia digna de compartir.
Este guiso lo hace mi madre de vez en cuando pero al llegar los fríos de invierno procura tener aun calabaza del otoño porque es un guiso que sienta muy bien y calentito mucho mas.
Esta receta no tiene ningún misterio ni hay que tener grandes conocimientos de cocina, solo hay que tener un paladar fino que le guste la buena comida.
Este plato gusta a todo el mundo, es el típico plato que hago cuando no hay otro plan o me viene gente sin aviso porque son rápidos de hacer y sin complicaciones.
Esta receta se ha hecho siempre en mi casa y hasta hace poco no supe que era de origen cordobés, pues nada, mis felicitaciones a los cordobeses que desde luego que saben comer bien.
Me llamo Elvira y éstas que ves, son las recetas que voy atesorando con el paso del tiempo.
Tengo la suerte de disfrutar cocinando, de este blog que adoro y ¡cómo no! de disfrutar de lo cocinado en buena compañía. Como decía mi padre "Tú no comes para vivir, vives para comer"